La aportación de la industria química ha sido fundamental en muchos campos, pero especialmente en el ámbito de la salud. Sin la química, la medicina y la cirugía se hubieran estancado en prácticas propias del siglo XIX.Los productos de limpieza, los gases para la respiración asistida, las fibras de la ropa de quirófano, los guantes de látex, constituyen tan sólo un mínimo ejemplo de los múltiples objetos de origen químico que podemos encontrar en un hospital. Si toda la vida es química, la medicina lo es más aún. Sería difícil concebir la medicina actual sin el uso de los medicamentos, que también deben su existencia a las investigaciones químicas que se han hecho en el pasado. Tras el manejo de esta ciencia, cada día las personas creando o compuestos capaces de batallar contra las más fuertes enfermedades, reduciendo el coste de producción de vacunas y medicamentos para que puedan llegar a toda la población.
A pesar de esto, existe mucha falsedad en la producción de medicamentos para población. Debido a los dañinos deseos de grupos de personas por conseguir riquezas, se falsifica muchos medicamentos y sustancias que tienen como fin ayudar a mejorar la salud del ser humano. Un ejemplo de esto es el agua que consumimos, la cual debe de encontrarse en estado base, pero debido a la mala administración de las instituciones de salubridad, con experimentos sencillos se puede terminar el nivel del agua de consumo es ácida. Si las personas tuviese una buena educación sobre la química, pudiesen distinguir aquello que es saludable de lo que no y por tanto darse cuenta cuando alguna empresa o institución que fabrica fármacos o sustancias de consumo masivo, nuestra comprendo con los estándares requeridos para comerciar un producto.